miércoles, 20 de agosto de 2008

Antes lo digo y antes...

Unos dias atrás dije que para mi el voluntariado en acogida era el más duro, porque te encariñas mucho con los animales y se hace muy dificil despegarse de ellos
El miercoles pasado fuí a recoger unos gatitos callejeros que según la chica los había rechazado la madre. Cuando por fin conseguí llegar porque estaba todo en obras vi que la madre amamantaba a uno de los gatitos y el otro estaba completamente abandonado.
Le dije a la chica que no iba a llevarme al que estaba con la madre, porque se veía perfectamente que lo había aceptado y el otro no sabía que hacer, con la insistencia de ella al final me decidí a coger el que estaba solito, ahhh, gran error de mi parte, luego Paqui me dijo que no debería de haberlo echo, porque lo mas seguro es que la gata a la larga lo hubiera aceptado.
Total que nadie estaba disponible para hacerse cargo del gatito y ante tal adversidad dije que yo lo mantenía por la noche pero que al dia siguiente alguien tenía que hacerse cargo de él.
Me fui corriendo con el gatito al veterinario porque no tenia leche ni nada, allí me dijeron que se les había acabado y que le diera leche normal rebajado con agua.
Cuando llegué a casa el perro se puso como loco, lo primero que hice fue buscar unas botellitas de horchata que tenía y llenarlas con agua caliente para darle calor y tambien le di un poquito de leche.
Me dispuse a pasar la noche en vela pero a las 11 ya estaba medio muerta, asi que me lo llevé al cuarto, como la veterinaria me dijo que cuando tuviera hambre le diera de comer, asi lo hice.
A las 12, a la 1, a las 2 y 10.... hasta las 7 de la mañana, decir que cada vez que me levantaba para calentarle la leche y el agua el perro allí estaba en la puerta, listo para saltar sobre el gato.
Uffff, que locura y a todo esto se juntaba la angustia de cuando no lo oía que se hubiera muerto
Pero no, sobrevivió hasta las 10 de la noche del día siguiente que pude darselo a otra voluntaria
Lamentablemente el sabado le entró una gotita de leche al pulmón y se murió
Maria Jose y su marido que fueron los que lo tenían les entró una pena enorme, tanto esfuerzo....
Pero bueno, es lo que le decía a ella, hemos echo lo que hemos podido, hubieramos deseado otro final, pero al menos la conciencia la tenemos tranquila
Ahhh, luego me enteré que se le da de comer cada dos o tres horas pero no murió por exceso de comida sino por otras cosas

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