miércoles, 26 de agosto de 2009

El pequeño Lucas


Lucas es un chihuahua, viejecito, abandonado o quizás perdido, el caso es que se le acogió en el albergue porque fue imposible localizar a sus dueños.
Allí, en el albergue no estaba muy bien, su peso ronda los dos kilos y daba mucha penita dejarlo en una jaula.
Sonia lo tuvo en acogida en su casa con sus dos perros. Se acostumbraron a él y él a ellos, los días y semanas fueron pasando y poco a poco todo volvió a la normalidad con el pequeño Lucas. Hasta que llegó el día inevitable en el que sus futuros adoptantes lo esperaban en Alemania con impaciencia y felices de conocerlo
Para Sonia (como la mayoría de las voluntarias que tienen animales en acogida) no fue nada fácil y mas con un perrito como él, tan pequeño y aparentemente indefenso. Por mucha pena y tristeza que de esa es la finalidad de las casas de acogida. Tenerlos por un tiempo, curarles el físico y el alma y luego dejarlos marchar para dejar a otros la posibilidad de disfrutar por un tiempo de una casa con calorcito y cariño, mientras se busca incansable un hogar definitivo para ellos
Esta foto esta tomada en Alemania, cuando Lucas estaba instalado en su nueva casa

4 comentarios:

Deprisa dijo...

El caso es que la historia termino bien. Fantástica vuestra labor :)

Perséfone dijo...

La verdad es que tiene que ser un momento terrible el despedirse del animal después de haberle cogido un cariño tremendo.

Aún así me alegro mucho por este peque que ha onseguido su segunda oportunidad. Espero que su nueva familia esté a la altura.

Un abrazo.

debora dijo...

Recuerdo que Sonia estuvo unos dias llorando, creo que nadie se puede hacer la idea de lo duro que es, ni yo misma, porque solo de pensar que Bruja se puede ir algun dia.... se me pone un nudo en la garganta, y ya se.... es egoismo puro y duro y no creais que no me siento mal por eso, pero los sentimientos son incontrolables
Besitos

hadanevada dijo...

que gran familia, que gran labor, que gran historia...me voy feliz a la cama....gracias deby...