lunes, 13 de diciembre de 2010

Mi Rex



El chiquitin, como siempre le llamamos, llevará unos cinco años en el albergue, siempre entre rejas, con sus ratitos en el patio y poquito más
Tiene muchas fobias, a las personas, los hombres, los ruidos... si juntas todo eso en una batidora se crea un Rex, cuando empezamos a trabajar con el, no sabía lo que eran las caricias, mejor dicho no las quería, te miraba siempre con pánico y esperando un movimiento brusco para irse corriendo
Luego empezó a dar mordisquitos en el trasero, daba vueltas a tu alrededor y en un descuido, zas!!
Se llegó a pensar en la eutanasia, un perro descontrolado, poco de fiar, pero allí estábamos, con una mochila llena de paciencia y ganas de trabajar con el
Este es el resultado final, al lado de un hombre, compartiendo caricias con mi pequeñajo, la mezcla de pequines, también encontrado en su dia y que nos ayuda mucho a la hora de rehabilitar a perros con traumas
Ahora, trás un año trabajando con Rex, es hora de que emprenda el vuelo, que descubra y deje descubrir a las personas que no somos todas iguales a aquel cazador que en su día casi lo mata a palos, a insultos, a maltratos
El miercoles viene una familia a verle, con hombres y niña incluida
Muchos sentimientos contradictorios, porque para mi ya es mi Rex, pero se merece salir del albergue, demostrar todo lo que ha aprendido con nosotros

Es curioso pero siempre hay una foto que me transmite todo el resultado obtenido con perros a los que hemos intentado ayudar, en este caso, para mi esta es la foto estrella

Crucemos los dedos, porque el chiquitin, mi chiquitin, nuestro chiquitin se lo merece

No hay comentarios: