jueves, 30 de junio de 2011

Casas de acogida



Y es que antes hablo y antes me pasa
Siempre dije que yo no podría ser una casa de acogida, es tremendo después de tiempo tener que dar a los perros con los que has llegado a convivir tan de cerca, si están malitos, te pasas horas preocupa por ellos, pendiente... si solo los tienes, disfrutas de ellos y llega un momento que te olvidas que no son tuyos, sino que están de paso
Así que ahora a falta de uno, tenemos a tres fieras (aparte del mio) en casa
Elfo es el mas grande y el último en llegar, en el albergue estaba muy deprimido y empezaba a no comer, aquí no es que se hayan arreglado mucho las cosas porque en cuanto sale al jardin, se va corriendo a buscar gatos y vuelve extremadamente cansado, su comida no la quiere y solo come la de Sort, por lo que le estamos dando de comer la de mi perro
Gala es la perrita que esta en brazos, como sabeís esta en lista de espera para entrar en el albergue, a mi personalmente me ha llegado al corazón, es un encanto y también un pequeño trasto cuando quiere
Y por último y el mas apartado, tenemos a Bruno, está mejor, parecía imposible que pudiera convivir con tres perros mas en armonia, pero no le toca otra, a nosotros empieza a respetarnos, aunque hay veces que se le olvida y nos enseña sus lindos dientes jajaj
En fin, que aunque sean muchos, estoy encantada con ellos, reconozco que es una locura la hora de la comida, porque cada uno tiene su comida especial, y también el repartir las atenciones, porque a Bruno me lo llevo todas las tardes a correr con la bici, pero los demás se tienen que quedar en casa, Gala le gusta correr detrás de la gente, asi que os podréis hacer una idea yo por el jardin y ella detrás ladrando me toda emocionada, Sort solo quiere mimos y atenciones, y Elfo.... es otro cantar, siempre detrás de el para entrar lo en la casa, por si cae la breva y come algo, remojarlo por el calor y que descanse, lo dicho imposible aburrirse con toda esta jauría