lunes, 11 de julio de 2011

Tras la esperanza




Hace poco tuve una conversación con unos voluntarios, ellos exponían sus dudas sobre la cantidad de animales mayores que tenemos y la necesidad imperiosa de tener espacio para los perros mas demandados, es decir, cachorros y perros de tamaño pequeño y jovenes, decían que era practicamente imposible que pudiera salir un perro mayor y de tamaño grande
Yo por mi parte decía que eso era cierto pero que me daba igual, que me alegraba que estuvieran allí, con nosotros, alimentados y cuidados, que sí, que me daba mucha pena que no pudieran entrar otros perros que sabemos con certeza que tendrán una estancia corta en el albergue porque hay mucha demanda
Por otro lado siempre tengo la esperanza que se fijen en los abuelitos, en los que un día fueron utilies y que ahora pasan sus últimos días apagandose poco a poco en una jaula

El primer caso de la foto es Rexi, un perro con sus 6 años de vida y displaxia, unas mandíbulas realmente grandes y poderosas, en el patio se volvía loco intentando morder a los perros pero en cuanto metías la mano para separarlo se transformaba en otro perro, siempre pensé que su futuro era muy incierto, sin embargo me gustaba mucho, esos ojos siempre reflejaron total devoción y fidelidad, pondría casi la mano en el fuego al decir que nunca morderá a un ser humano. Pasó casi un año en el albergue y por fin el otro día vinieron sus adoptantes para ponerle el microchip y efectivamente estaban encantados con él


Yogui es el segundo de la foto y luego viene Tucca, ambos llegaron en un estado lamentable, la edad ronda entre los 10 años o un poquito mas, pero parecen auténticos ancianos, viéndoles como vinieron, su caso era mas grave que el de Rexi, así mismo ahora están en casas de acogida y nunca se sabe si acabaran sus últimos días con esas personas que les han dado una oportunidad de vernos a nosotros, al ser humano, como seres cariñosos y bondadosos
En fín, sigo diciendo que por suerte esto es un albergue independiente y que todos los animales que tenemos se quedan con nosotros hasta que son adoptados o en el peor de los casos hasta que fallecen de muerte natural

Pero no penséis que es fácil, para conseguir todo esto, levantamos hasta las piedras para encontrar dinero y poder mantenerlos y voluntarios para seguir demostrando a nuestros perretes que no somos todos malos e inhumanos