jueves, 10 de julio de 2008

Segundo dia en Asoka, casi me da un yuyu

Pues nada, por fin parece que las cosas se aclaran un poco, en un principio voy a venir siempre con alguien porque hay muchas cosas que aprender ( donde esta la comida, los perros que se pueden juntar, el material de cuarentena.......) así que como ya dije antes me adjudiqué los lunes porque sólo venía una chica. Y allí me presenté, a las 9 de la mañana, para mi sorpresa, no había nadie, bueno estaba Sigrib, es extrangera y se encarga de los galgos, intenta colocarlos en el extranjero, traduce al ingles las caracteristicas de los perros y se pone en contacto con futuros adoptantes.
Así que me fui directamente a las jaulas, mientras Sigrib estaba en el ordenador haciendo sus gestiones pertinentes, allí estaban todos los galgos juntos en el patio, por lo menos 6 ó 7. Había que meterlos en sus respectivas jaulas, mencionar que cada jaula tiene a dos o tres perros ( o incluso mas) con sus pertinentes nombres, jajaja los nombres.... soy un desastre con los nombres, y¿ ahora que?, pues nada, subo a la casa y le pregunto a Sigrib donde va cada perro.
- Canelo va con Samantha- dice mientras lo va señalando
- Tara con Rantamplan
- Velvet con...... ( ufff, este ya no me acuerdo con quien iba)
- Coco con..... ( ufff, este tampoco me acuerdo)
Pero Sigrib ya no esta, y me da verguenza volver a subir a preguntarle, así que trás un buen rato pensando decido juntar al tuntun rezando para que venga alguien a lo largo de la mañana
Sigo con mis quehaceres, primero abro una jaula, jaja, que gracia, es una locura,( ¿Cómo se abre un pestillo cuando tienes a cuatro o cinco perros saltando, ladrando e intentando lamerte o morderte la mano?) Pues nada, a emplear la tecnica de Debora, berrido al canto, hasta que no estan relajados ( si se puede llamar así, no meto la mano) y la técnica funciona.
Madre mía, como pueden cagar, perdón, hacer tanta caca? ¿ Es que nadie les ha enseñado a hacer sus cositas en el patio?
Vaya por dios, un asokete ( que es como les llaman aquí las voluntarias), mejor dicho un asokote, porque es mas grande que yo,me ha dejado la camiseta ( que es blanca) con su firma estampada en caca.
A las 11,30 ya estoy que me muero, sudando de arriba abajo, con la camiseta, los pantalones y los zapatos llegos de porqueria, pero se abre la puerta y aparece mi angel de la guarda.
Se llama Laura y en un momento se hace cargo de todo, vaya contraste, ella les habla con cariño, con voz dulce y yo a gritos.
Laura se queda un poco a cuadros, piensa que pasa algo malo, pero que va, es que es mi forma de hablar, no se, siempre he pensado que hay que hablarles con autoridad, a ver, no a berrido limpio ( pero eran circunstancias limites, jajaj).
Había una jaula que me daba vueltas por la cabeza, era la de Rex, el primer día ya no me dió buenas vibraciones. Rex es un perro de caza, bastante grande, por cierto, pero que no me infundía nada de confianza, y cuando un perro no me transmite buenas vibraciones es mal asunto, la había dejado para el final, confiando en que llegara alguien un poco mas valiente o mas incauto que yo, y allí estaba.... Laura.
Me contó que Rex era un poco gruñon, ladrador, pero que no hacia nada. Yo por mi parte, hace mucho tiempo que aprendí a confiar en mi instinto, sobre todo con los animales, así que poco caso le hice.
Bueno, prueba superada, por fin todas las jaulas limpias, con agua, comida y los perros felices.
Yo por mi parte, tenía todos los huesos doloridos, y un dolor de espalda de caballo, pero al fin y al cabo feliz

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