Hace tiempo que no me impactaba tanto la entrada de unos perros como en este caso. No recuerdo si era miércoles o viernes, sólo sé que cuando llegaron yo estaba allí.Aparecieron dos hombres preguntando por Pilar, estuvieron hablando un momento entre ellos y luego bajaron a estos dos perros de la furgoneta, cuando el hombre quiso que andarán para entrar en el albergue, se negaron en redondo, no se movían ni para delante ni para atrás y siempre mirando al hombre con pánico, no se me olvidaran esos ojos de total miedo hacia el hombre, tuve que irme de allí porque no quería seguir viendo aquella escena y sobretodo aquellos ojos, sólo pensaba en que habría hecho el hombre para que ellos le tuvieran tanto miedo.
Una vez en territorio seguro, es decir el albergue, nos costó mucho que salieran a pasear y confiaran un poquito en nosotros, el blanco es el que tiene mas miedo, pero con insistencia, por fin salen y no solo fuera del albergue, sino en el patio, esta mañana he estado con ellos allí, Canelo, que es el marroncito, es un poquito mas confiado, se acerca y le gustan las caricias, es una suerte porque Blanco lo ve y lo imita, viene con paso inseguro pero viene
En esta foto están recién pelados, vino una voluntaria (Raquel) y entre las dos hicimos lo que pudimos, porque los pobrecitos tienen mucho pelo y en Alicante con estos calores lo pasan muy mal
Ahora los miro con otros ojos, se están adaptando positivamente, todavía son muy jóvenes, espero y confío que puedan superar esto y seguir adelante
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