Y el gran día llegó, conseguí despertarme a las 4 de la mañana, eso si, previa programación del despertador de la mesita de noche y del móvil (sólo por si acaso)
Simba pesa 43 kilos, y no le han enseñado a andar con la correa, yo rondaré los 46 o 47 kilos, para que os hagais una idea
Simba ya está en su nuevo hogar, Colonia, (Alemania), donde le espera mucho trabajo, porque quieren que se dedique a la terapia con personas mayores.
Su caracter es fantastico para ese tipo de trabajos, sociable, nada agresivo pero eso si, un mastodonte que aún no sabe la fuerza que tiene
Yo por mi parte me he quedado de recuerdo unos morados y el cuerpo machacado porque cuando lo sacaba por los alrededores del aeropuerto me tiro al suelo, mejor dicho primero volé un poquito y luego aterricé en el suelo, pero no pasó gran cosa, solo un susto enorme porque se fue corriendo pero volvió al ratito como si fuera un buen perro jajaj
Que tengas una larga vida, que des mucha alegria a los que te rodean y que seas muy feliz.
Y por último darle las gracias a Eva, su madrina de vuelo, por acompañarle en su nueva aventura
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