Me trae muchisimos recuerdos este perro. Entró al poquito de estar yo en el albergue, año y medio o poco mas, su historia era muy triste, tenía otro compañero perruno que no pudimos salvar, se murió de hambre y el casi acaba igual
Pero las secuelas fisicas no eran su máximo problema sino el histerismo que tenía, ladraba por todo, cuando entrabas a su jaula para sacarlo a pasear no paraba de ladrar, saltar.... y cuando saliamos también, en fin, un histerico total, hasta que un dia me lo tomé con calma, iba corrigiendo todas sus paranoias, su mala conducta, andábamos un poquito y cuando se excitaba volviamos a parar; luego cuando se pasó la cuarentena y estaba en el patio, solo lo tocaba si estaba tranquilo, se acostumbró a apoyar su cabeza en mis rodillas y fue el primero de muchos que empezaron a recibir mis famosos masajes jajaja
Hace un año se fué a Alemania, y siempre le preguntaba a Mónica si sabía algo de él, como estaba.... hasta que por fin me mandó noticias,
Su familia lo tuvo que devolver a la asociación alemana porque la niña tenía alergia, así mismo es muy feliz, rodeado de perros y verde, esta en las montañas de Bavaria, esperando su siguiente y última casa
Con él empecé a dedicar tiempo a los perros y a descubrir que con paciencia todo se puede
Gracias Mónica por acordarte de mi y por darme noticias suyas
La segunda foto fue el mismo día de entrar al albergue, la primera desde Alemania, es el que tiene el collar rojo
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