El miércoles era mi dia libre y se necesitaba gente en el albergue, la verdad es que dos meses sin estar en contacto directo con ellos me estaba haciendo mella, así que porque no, allá que me fuí
Todos los sentimientos que me hicieron quedarme en su día volvieron, el contacto directo, las peleas para que entraran en sus jaulas, para que me hicieran caso, los ojos alegres y contentos de los que me conocían, los nuevos...
En fín, que ahora recuerdo porque me gustaba tanto estar allí, pese al cansancio, vale la pena
Es una sensación difícil de explicar, difícil de definir, solo puedo decir que cuando uno sale de allí tras pasar una mañana ajetreada llena de barro, y suciedad, se va con una media sonrisa y con un sentimiento de haber hecho algo importante, aunque solo sea un granito de arena
No hay comentarios:
Publicar un comentario