Hoy es lunes, ayer domingo tambien me fui al albergue, había quedado con una mujer que quería adoptar un perrito, pero no apareció, y como ya estaba allí, fui a coger a una perrita que es mi ojito derecho. Se llama Mati ( porque todos los perros tienen nombre, menos la dalmata, pero seguro que alguien le pone uno). A Mati la recogió Pilar en el campo, bueno eso de recoger es un decir, era super agresiva, asi que en un despiste, Pilar la enganchó del cogote, cuando entró a formar parte de la gran familia de Asoka era antisocial por completo, en los casos de agresividad extrema, conductas de pánico que llegan al limite... se llama a un adiestrador, porque o sino sería imposible tenerlos, mas que nada porque estarían incomunicados y no tendrían calidad de vida.
No se como se llama el adiestrador, pero seguro que tiene que ser un Cesar Millán 2 porque hace milagros, y además es una bellisima persona, tampoco lo conozco personalmente, pero se que nos cobra muy poco( cuando nos cobra) así que como he dicho antes su corazón es enorme.
Tuvo a Mati un par de semanas, cuando volvió aún hacia ademán de morder, mas por miedo que por otra cosa, así que me dediqué a sacarla y sobarla mucho, que estuviera en contacto con otros perros y con personas, estoy super orgullosa de ella, parece otra y buenas noticias, se va al extranjero, hay una familia que esta interesada en ella.
Cuando se es voluntario de un albergue, donde no se tiene mucho tiempo para disfrutar de los animales, ya que cuando llegas te pones a currar como una loca y luego lo único que te apetece es llegar a casa darte una ducha y acostarte en el sofá, estas cosas son un aliciente muy grande, cuando se adopta un perro es como si te dijeras: estamos haciendo algo bien, uno mas que será feliz.
Buen viaje Mati
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