domingo, 3 de agosto de 2008

Ayudando a Negro

El dia que llevé a mis sobrinos al albergue, hubo un perro que se puso como loco cuando vió a los niños, era Negro, un galgo muy sociable, activo y docil, lleva en el albergue desde que era un cachorro, él estaba en el patio con mas perros y nosotros viendo a los gatos, cuando lo oí me acerqué para tranquilizarlo, pero estaba completamente obscecado con los niños y no me hizo ni caso.
Para mi es un gran problema, porque es un perro estupendo para adoptar pero ese problemilla es grave, así que me lo he tomado como algo personal y quiero ayudarle
Lo primero que hice fue comunicarlo a todas las voluntarias, hubieron opiniones de todo tipo, unos decían que no podía poner su agresividad hacia los niños en su ficha porque le cerraría puertas y otros que teníamos que hacer algo, yo por mi parte me uno a la segunda opinión.
Hoy me he acercado al albergue porque no había muchos voluntarios y los domingos es el día con mas afluencia de futuros adoptantes, así que lo tenemos que tener todo limpito.
Cuando ya hice todo lo que tenía que hacer, me senté en la porchada para fumarme un cigarrito y disfrutar un poco, en eso llegó una familia con un niño de mas o menos la misma altura que mi sobrino, así que hablé con los padres y les pregunté si querían ayudarme, me dijeron que claro, que estarían encantados, aunque el niño no lo tenía muy claro, le dije que si tenía miedo o cualquier cosa no pasaba nada, que no quería que hiciera algo en contra de su volunta, pero él como todo un valiente me dijo que si que quería ayudar a Negro.
- Cuando salga con el perro, no lo mires,ni le hables, iremos a dar un paseo los tres juntos ¿Vale?- Le dije mientras él asentía con la cabeza
Cuando salí con negro ( iba con la correa muy corta y pegado a mi), la primera reacción del perro al verle fue de ladrar, se puso un poco agresivo.
Mientras lo sujetaba con una mano, con la otra le iba dando galletitas y cuando levanté la cabeza ví a los padres y al niños con ojos de pánico, les sonreí y les dije que no pasaba nada, al mismo tiempo iba acercando a Negro hacia el niño, mientras iba hablandole al niño para que se tranquilizara, al cabo de un momento ibamos andando tranquilos por el camino del albergue, le explicaba a la familia que Negro no era malo, solo que habia que reeducarlo para que volviera a confiar en los niños, al cabo de un tiempo el niño hasta se atrevió a darle una galletita y a tocarlo, aunque todo se tiene que decir, Negro le dejaba pero sin mucha convicción.
Ha sido un buen inicio, mis espectativas son muy positivas hacia Negro, solo necesita que le vuelvan a enseñar a confiar en los niños.
Ya sé que parece algo irresponsable de mi parte, haber puesto en peligro al niño, pero puedo asegurar que nunca corrió peligro, antes de hacer este ejercicio con el perro, he estado bastante tiempo con el, para crear una unión entre él y yo y para conocer su caracter.
Cuando por fin me decidí a hacerlo la única que corría peligro ( si lo hubiera habido) sería yo, lo tenía controlado al 100% y hasta que no estuvo relajado no me acerqué al niño y siempre yo estando en medio.
Esta semana me llevaré a mi sobrino y otras voluntarias a mas niños
Ya os iré informando

No hay comentarios: