Es muy difícil estar continuamente diciendo:
- Lo siento, no tenemos sitio, estamos saturados
Y es que nos salen los animales hasta por las orejas, ahora mismo dentro de la casa del albergue, mas concretamente en el salón tenemos a cinco perritos, en el quirófano a uno mas y lo mas seguro es que tengamos que llevar a dos perros a un hotel perruno para dejar sitio a un perrito que esta muy mal y necesita un sitio urgentemente
Cada vez se hace mas conocido este albergue, por un lado esta genial porque vienen a adoptar y se hacen socios, voluntarios, donaciones, pero por otro lado vienen a dejar perros y el problema es que el albergue tiene una capacidad limitada de espacio y también de dinero, no nos olvidemos que subsiste gracias a la buena voluntad de las personas y el poco dinero que sacamos de los rastros y de los centros de la tercera edad, donde van mis compañeros para hacer terapia con los abuelitos y que nos dan también un dinerito
En fin, época de vacaciones para muchos pero en el albergue es época de agobios, mucho trabajo, impotencia e incluso rabia por las personas que van a abandonar a sus animales por infinidad de razones poco lógicas a mi entender
Menos mal que existen los buenos momentos que son aquellos donde nos mandan noticias de todos los animales que han pasado por el albergue y ahora estan en casas disfrutando gracias al esfuerzo de infinidad de personas de una vida feliz y equilibrada
Os dejo una foto de Blanquita (¿Os acordais de ella?) y de Bombón, ambos adoptados por la misma familia en el albergue, ayer mismo nos mandaron las fotos
Un final feliz para la pobre Blanquita que trás la muerte de su dueña acabó en el albergue con un susto para morirse, tardó dos semanas en adaptarse a todo el ruido y movimiento que allí se respira, viendo la foto, os aseguro que vale la pena seguir trabajando con y para ellos
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